sábado, 1 de febrero de 2014

 Reseña de un artículo de crítica e investigación.

“El rumor de los clásicos. Historias que fueron escritas para ser contadas”

Gabriel Janer Manila



Gabriel Janer Manila, es un escritor español en lengua catalana, maestro y catedrático. Su obra es muy amplia e incluye, además de novelas para niños y jóvenes, narrativa para adultos, teatro, ensayo y libros. Entre sus múltiples escritos encontramos este artículo “El rumor de los clásicos. Historias que fueron escritas para ser contadas´”, que trata como los clásicos de la literatura no siempre fueron plasmados directamente sobre papel, sino que muchos de ellos se crearon para ser contados o simplemente con la intención de ser leídos en voz alta. Estos rumores, como bien asegura el autor, son obras que el viento las trae con sonidos diferentes. Siendo el rumor “una voz que narra y cuenta una vieja historia, pero siempre nueva, en algún rincón de nuestra memoria”.

En palabras de  Antonio Muñoz Molina “Leemos siempre en silencio y se nos olvida que en su origen lo que ahora llamamos literatura fue sobre todo una voz”, en ella pretende dejar entrever que cada libro tiene una voz oculta, en la que cada lector pretende que dicha voz le cuente una historia, èl cual se encuentra preparado para escuchar.

Para exponer todas estas ideas sobre la literatura Gabriel Janer Manilla, hace uso de los cuentos  clásicos  como: “Alicia en el país de las Maravillas”, ”Pinocho”, “Peter Pan” o "Caperucita roja”, son cuentos, como bien especifica el autor, que no estaban destinados en un principio a ser leídos sino a ser narrados en voz alta.

En mi opinión, he de destacar del artículo, no sólo, la mención de los clásicos a los que hace referencia y el análisis que elabora sobre ellos, sino también que trate la imaginación como un elemento elaborado para dejar que la vida deje de ser un objeto rígido. Siendo, sin duda alguna, un factor clave en la vida de cualquier persona, pues imaginar, va encaminado a dejarse llevar aunque sea sólo un instante, un momento, un segundo,…que te hace ser libre y no pensar, simplemente soñar. Con ello quiero decir que un libro te brinda siempre esa oportunidad, esa voz oculta que se ha de escuchar, ese mensaje oculto que se ha de descifrar,…, pues cada obra es como un lienzo que se ha formado a base de colores enmascarados en un sinfín  de palabras.

viernes, 31 de enero de 2014

MI LIBRO


Autor: Michael Ende
Ilustradora: Roswitha Quadflieg
Cubierta: Desi Juste
Título: La historia Interminable
Título original: Die unendliche Geschichte
Traductor: Miguel Sáenz
Datos editoriales: Licencia editorial para Círculo de Lectores por cortesía de Ediciones Alfaguara. 1985. 400 páginas.
 


Novela fantástica escrita por el alemán Michael Ende y publicada en 1979 por primera vez en alemán, aunque luego fue traducida a 36 idiomas. Ende nació en la República Federal Alemana. Tras ser actor durante varios años se dedicó a la literatura con la cual tuvo numerosos éxitos y premios entre los que encontramos el Hans Christian Andersen.
 
La recomendación de este libro ya no tiene la misma potencialidad que cuando me la hicieron a mí. Tanto la obra como su autor son ahora mucho más conocidos. Aún así quiero recomendarlo porque La historia interminable de Michael Ende es “mi libro”.

La experiencia que me reportó la lectura de este libro es la mejor experiencia lectora que he tenido. Nunca hasta entonces un libro me había enganchado de esa manera, había sido mi cómplice, mi amigo, parte de mí. Quizás influyó la adolescencia, el poco hábito lector que tenía, su paratextualidad tan especial y atrayente, la necesidad de evasión y de imaginación de otros mundos… El caso es que me fascinó y me abrió las ganas de leer, me abrió la puerta al disfrute literario. Era la primera vez que tenía verdadera consciencia de “estar leyendo un libro” pues las lecturas obligadas del instituto, para mí, no eran “leer un libro”. No podía imaginar que hubiera alguien a quien no pudiera gustar esa historia. Ahora sé que es un tipo de literatura concreto y que no a todo el mundo le agrada todo tipo de literatura. Pero a quienes les guste la fantasía y la recreación de otros mundos se lo sigo recomendando, independientemente de lo adulto que se sea.

Lamentablemente se hizo una mala película sobre este libro que no hace justicia a la historia ni de lejos. En mi opinión esta película desanima a la lectura del libro y en el mejor de los casos merma la imaginación del lector de esta historia tras haberla visto.

Es un libro original por varias razones. Entre ellas podemos destacar que cuenta a la vez lo que le está ocurriendo a su protagonista y lo que este lee en un libro y lo cuenta de una forma original: lo que es la realidad está escrito en rojo y la historia que el niño lee está escrita en verde. Aparte del atractivo estético que esto aporta, ayuda al lector a no perderse en los saltos entre ambas historias. Sus imágenes son muy peculiares, como dibujadas a mano y a caballo entre un logotipo, una cenefa y una imagen. Están situadas al comienzo de cada capítulo y contienen un elemento significativo de ese trozo de la historia.
El contenido, además de entretener y fascinar invita a la crítica y a la reflexión. Considero que es un libro que pueden leer tanto niños, como adolescentes y adultos pues posee varios niveles de lectura y cada uno de estos lectores puede encontrar aspectos interesantes en su contenido.

PRACTICA BLIJ. ARTÍCULO DE CRÍTICA E INVESTIGACIÓN:



La animación a la lectura desde edades tempranas 
(Pedro César Cerrillo Torremocha)

Ante la gran oferta de artículos de la Biblioteca Virtual Cervantes en su sección de Literatura Infantil y Juvenil me decidí, casi al azar, por un autor cuyo nombre conozco por la asignatura que estoy cursando paralelamente a esta (Taller de Literatura Infantil i Juvenil Catalana). De entre los artículos de este autor, Pedro César Cerrillo, me llamó la atención el siguiente: La animación a la lectura desde edades tempranas. Considero que la animación a la lectura es esencial dentro de la etapa de Primaria y me gustaría formarme convenientemente para poder llevarlo a cabo en mi futura práctica docente. Las ideas principales que el autor pretende transmitirnos en este artículo son las siguientes:

En la sociedad actual que se identifica como la sociedad de la información o del conocimiento es necesario que el lector sea competente y crítico para saber discriminar los mensajes que le llegan cotidianamente.

Actualmente se lee más que nunca, sin embargo, leer no está de moda y los jóvenes se avergüenzan si se les descubre como lectores. Sin embargo, extender el hábito lector es esencial para el desarrollo personal de los ciudadanos. Por ello están de moda la promoción y animación a la lectura en las cuales han de implicarse las instituciones, desde una seria y profunda reflexión que conlleven correctas “políticas de promoción lectora” que a su vez superen las poco efectivas prácticas habituales.

Leer implica poner en marcha una serie de mecanismos cognitivos, por tanto supone un esfuerzo que el lector ha de estar dispuesto a hacer voluntariamente. Por eso la lectura resulta una actividad que requiere un esfuerzo mayor frente a otras ofertas lúdicas, sobre todo en la actualidad en que dichas ofertas han aumentado en gran medida. Así pues resulta realmente difícil que en la escuela se pueda conseguir que la lectura sea una alternativa de ocio para los estudiantes.

La verdadera lectura es la lectura voluntaria ya que leer es un acto voluntario y libre, por lo tanto no habrá verdadera lectura si esta es obligada. La lectura escolar pierde atractivo para el alumno debido a su carácter obligatorio que supone esfuerzo y dedicación. Para muchos niños leer se identifica con obligación e imposición, desde el momento del aprendizaje lector. Posteriormente por las lecturas obligadas de los libros de texto y finalmente por la obligación de leer libros impuestos por los adultos. Todo ello hace de la lectura algo tedioso y de lo que escapan en cuanto pueden. Debiera haber pues, una estimulación que pudiera contrarrestar todo lo anteriormente expuesto. Incluso los buenos lectores reconocen haberse enganchado a la lectura porque recibieron “estímulo y contagio” adecuados. Pero en esta sociedad en la que “todo se hace para algo” la lectura también tiene un fuerte valor instrumental, lo que dificulta la motivación hacia la verdadera lectura, que tiene como fin ella misma.

Así pues, resulta difícil la convivencia entre lectura voluntaria y obligatoria dentro de la escuela. Hemos de saber presentar los textos obligados como algo que será importante para sus vidas. Pero es necesario que, a la hora de seleccionar las lecturas, sean seleccionadas bajo criterios literarios y no instrumentalizar la literatura para conseguir objetivos didácticos o morales. Además, esas lecturas han de ser adecuadas a las capacidades del alumnado concreto, con el fin de que puedan ser comprendidas convenientemente y no sean objeto de desmotivación.

La responsabilidad de la escuela es que los niños aprendan a leer comprendiendo lo que leen además de iniciar la educación literaria. Pero no lo es la de  crear un hábito lector, como suele afirmar el conjunto de la sociedad.  Hoy más que nunca hay “campañas de fomento a la lectura” y las editoriales se empeñan en que sus producciones lleguen a la escuela pero el hábito de leer se adquiere normalmente en casa, donde el alumno opta voluntariamente por la lectura. Así pues el primer responsables en este tema es la familia y después la escuela a la que la sociedad atribuye toda la carga de responsabilidad.

El objetivo ideal de la animación a la lectura es conseguir hábitos lectores estables. Se trata de un camino largo en el que se van consiguiendo metas más pequeñas pero sin perder nunca de vista la formación de lectores competentes.

El artículo nos transmite a través de datos estadísticos que es un hecho demostrado, cómo muchos pierden el hábito lector y la lectura literaria al llegar a la adolescencia, por varios motivos de tipo cultural, cognitivo o educacional. Sin embargo, este hecho no podría atribuirse al impacto de las nuevas tecnologías. Este impacto lo que hace, más bien, es dificultar la creación de nuevos lectores y generar un lector que practica un tipo de lectura meramente instrumental, de acceso a la información y que no por ello implica un aumento de conocimiento o sabiduría del individuo.

Según los objetivos  que tengamos y los contextos en que nos encontremos deberemos utilizar diferentes estrategias y técnicas  de animación a la lectura, teniendo en cuenta además: los destinatarios, el texto, las actividades que propondremos, el espacio para la lectura silenciosa, la periodicidad, los materiales y el componente no literario.

Las condiciones previas necesarias para la animación a la lectura son: que la actividad sea libre, gratuita y continuada, que los libros sean adecuados a la edad de los destinatarios, que tengan calidad literaria, que sean textos completos o con suficiente vida propia, que la experiencia se pueda comunicar.

Hay que tener muy presentes los elementos negativos que pueden arruinarnos una animación lectora como: la obligatoriedad e identificación con un trabajo de clase, que el libro ya se haya usado para otros objetivos o no conecte con los niños, que la animación conlleve premios o castigos, que la animación obligue a otro trabajo adicional o que si el texto es fragmentado no tenga la suficiente vida propia.

La lectura es un instrumento que proporciona al individuo un gran nivel de inclusión social. Actualmente es más necesario que nunca un lector competente que sea capaz de discriminar la gran cantidad de información que le llega a través de los distintos medios. Una conveniente alfabetización es un derecho universal para que el ciudadano pueda participar libre y autónomamente en la sociedad del conocimiento.

En definitiva, la formación como lector literario del ciudadano le proporcionará ayuda en la formación de su espíritu crítico, para comprenderse mejor a sí mismo y poder expresarse, interpretar la historia y ejercer libremente un juicio crítico.

OPINION PERSONAL:
Personalmente el artículo me ha decepcionado un poco quizás porque el título había generado en mí una serie de expectativas que no han quedado totalmene cubiertas. Sin embargo considero que me ha aportado ciertos contenidos y reflexiones que no me había planteado.

El autor afirma que la responsabilidad de crear hábitos lectores, en primera instancia, es de la familia y después de la escuela. Es cierto que el ser humano imita lo que ve a su alrededor y si los niños ven que en casa se lee es más fácil que adquieran este hábito. Sin embargo, desde la posición de docente, considero que hemos de hacer todo lo que esté en nuestra mano para que los alumnos adquieran hábito lector independientemente de lo que vivan en el hogar, puesto que hay muchos tipos de familias con todo tipo de inconvenientes que les impiden poseer hábito de lectura y/o transmitirlo a sus hijos. Por tanto, como no sabemos qué posibilidades tienen las familias a nivel cultural y económico creo que la lectura literaria debería potenciarse más en las aulas.

Para que esto fuese más viable, sería conveniente desvincular la lectura literaria del área de lengua, dotándola a ella misma de un tiempo y un espacio propios, o bien concederle más tiempo a esta área. El tiempo escolar no se suele utilizar para leer en clase lo suficiente, suele estar ocupado en conseguir objetivos didácticos y acabar temarios. Se debería tener un tiempo en la escuela para dedicarlo a la lectura.

Es evidente que ante la gran oferta lúdica de hoy día, potenciar el hábito lector desde la escuela es todo un reto y que por tanto, hemos de presentar las lecturas de manera motivadora y bajo unos criterios de selección muy acertados si queremos establecer el hábito lector entre nuestros alumnos. Nuestro esfuerzo ha de ir dirigido a mostrar los beneficios que la lectura les puede reportar ya que si sólo la imponemos, nunca conseguiremos que el alumno sea un buen lector, al contrario, conseguiremos que le cause rechazo y se aleje de la lectura en cuanto le sea posible.

En este sentido, la lectura de este artículo, más que darme respuestas me ha supuesto el planteamiento de numerosos interrogantes. ¿Cómo conseguir que los alumnos lleguen a una lectura voluntaria? ¿Cómo conseguir la difícil convivencia entre lectura voluntaria y lectura obligada? ¿Cómo motivarlos y transmitirles la importancia que tendrá para sus vidas la lectura de ciertas obras, con el objetivo de que las lean sin caer en el tedio? Y muchos otros.

Todas estas reflexiones me llevan a pensar en lo que he podido observar durante el prácticum y a relacionarlo con los contenidos del artículo: la forma de proceder en un aula de cuarto de primaria que, sin conseguir expectativas tan altas como las que nos muestra el artículo, sí que funcionaba a la hora potenciar el hábito lector. El plan lector del colegio establece que: cada alumno ha de leer como mínimo un libro cada trimestre. Sin embargo en esta aula los niños leen continuamente, cuando acaban un libro, lo traen a clase y se llevan otro. No me consta que haya lecturas obligadas o impuestas por la tutora, todas son voluntarias. Ante la falta de recursos del centro, los alumnos han aportado sus libros de casa que prestan al aula. Cada niño se compromete a devolver el libro en el mismo buen estado que se lo lleva y si no es así, obsequiará a su dueño con un libro en buen estado. También es cierto que la tutora lleva ya dos cursos anteriores con diferentes técnicas de motivación lectora y que los niños se motivan unos a otros, si todos leen el que no lo hace acaba animándose por contagio.

En otro orden de cosas, el autor afirma que “es un hecho demostrado que muchos pierden el hábito lector y la lectura literaria al llegar a la adolescencia”. Además de las causas que expone el articulista considero que influyen también las características propias de la adolescencia, la apetencia por cambiar de hábitos, por hacer lo contrario a lo establecido por el mundo de los adultos, ganas por descubrir el mundo…, circunstancias que focalizan su atención y el consumo de su tiempo fuera de la lectura.

En cuanto a las editoriales que dirigen sus campañas fundamentalmente a los centros escolares, pienso que deberían dirigirlas hacia las familias en mayor grado de lo que lo hacen, de esta forma contribuirían a implicarlas en la adquisición de ese hábito lector de sus hijos.

Creo que como futuros docentes tenemos una gran responsabilidad y hemos de implicarnos concienzudamente en la adquisición del hábito lector de nuestros alumnos.

jueves, 24 de octubre de 2013

Compartir Ud's

Compañeros y compañeras: hemos creado una carpeta en Dropbox para compartir las unidades didácticas que hemos hecho en esta asignatura y así poder contar con muchas ideas y poder ampliar nuestra "maleta" de recursos para la futura docencia.
Si estáis interesados os podéis poner en contacto con nosotras y os añadiremos al grupo.
¡Un cordial saludo y mucha suerte en vuestras prácticas!



PRÁCTICA BLIJ (II) RESEÑA DE UN ARTÍCULO DE CRÍTICA E INVESTIGACIÓN

Literatura con valores de Ana Garralón




      En este artículo, la autora Ana Garralón, profesora y especialista en literatura infantil y juvenil, nos habla de la importancia de los valores en la literatura para niños y jóvenes. En él, describe cómo se enfocan diferentes temas reales en la producción de obras de literatura infantil y juvenil, estos temas los ha clasificado en varios apartados: “Derechos Humanos y pacifismo”, “Defensa del medio ambiente”, “Feminismo” y “Marginación”.

      Nos habla de libros importantes para transmitir valores y comportamientos, son libros para interpretar la realidad. En ellos, los que los protagonistas no tienen poderes ni son animales personificados, son personajes reales que solucionan sus problemas con decisiones y con su propio esfuerzo. 

      Cita así, obras muy interesantes para la lectura de niños y jóvenes donde se trata de manera muy realista historias cargadas de mensaje:

        
       "Negros y blancos" 
"Ahora no, Bernardo"

"Testimonio del infierno"
"El destello de Hiroshima"

"¡Saltad todos!"
"El uniforme maldito"
 "Mi rincón en la montaña"
"Ana Banana y yo"
"Los cocodrilos del barrio"
"Oliver Button es un nena"

     
 "El hombre que plantaba árboles"
      Y finalmente concluye diciendo que hay una gran cantidad de producciones literarias para niños y jóvenes que interpretan la realidad y hacen recapacitar al lector.


      En mi opinión, considero que la literatura ha de satisfacer las necesidades que busque el lector, y en muchas ocasiones, el lector busca respuestas más allá de la historia que estén leyendo. Buscan respuestas a sus propias experiencias a través de esas historias, identificándose con el personaje o buscando un vínculo emocional que le relacione con las situaciones que se reflejan en el libro. 

      Por eso, es tan importante lo que nos señala la autora de este artículo, que aunque haya muchos temas en cuanto a la literatura infantil y juvenil, hay muchas características que se ven en todos ellos que mandan un mensaje importante, dándole importancia a los valores e intentando hacer que tengan un contacto con la realidad a través de la literatura.

      Pienso que la lista de libros que nos ha presentado la autora es muy interesante, y que algunos son desconocidos para mí, este año los leeré, porque encuentro muy importante el saber poder recomendar lecturas basadas en los valores, lecturas más cercanas al lector y a la sociedad en la que nos encontramos. Yo misma he leído obras que nombra la autora como: “Ana Banana y yo” o “Momo” y otras también, como por ejemplo, “Rosa Caramelo”, del cual hablé en una de las entradas del blog y algunos recopilatorios de cuentos con valores.

      Para concluir diré que es indispensable poder transmitir valores y que es muy interesante hacerlo a través de la lectura, a través de situaciones en las que los niños se puedan identificar mediante un personaje y con los que se dan respuestas a esas preguntas que se formulan los niños cuando ven diferentes roles o situaciones en su entorno.